Bueno...Finalmente terminé de ordenar mi cuarto,y de exámenes todavía sigo, pero es fin de semana y me he permitido relajarme un poco.
Para ello, he sacado de su bolsa dos pósters de Soul Eater que me compré hace poco y los he colgado en la parte de arriba de una pared, para que cuando se abra la puerta se sigan viendo a pesar de todo.
Aquí los tenéis:
¡¿No os parecen maravillosos?! *0*
Me los compré en el Otaku Center...Recuerdo que en un inicio había ido allí con unas amigas a "rescatar" unas figuritas que cuando vi la primera vez no quise comprarme...Y al ver los pósters, tampoco quise la segunda. Además, las figuritas estaban basadas en el manga, no en el anime, y el manga...caca. (¬¬) (Al menos al principio; a partir del tomo 6 el dibujo empieza a mejorar. Pero las figuritas estaban basadas en un dibujo del principio del todo que no me gustaba nada, porque parece que Soul le está mirando las bragas a Maka...Así que pasé).
El póster en el que sólo salen Soul, Maka y Blair era el último que quedaba en la tienda, así que me sentí muy afortunada al comprarlo (^^).
No estoy muy segura de que sean oficiales, pero, a juzgar por las letras japonesas del póster de Soul, Maka y Blair, y teniendo en cuenta que estaban en una tienda cuyo inventario proviene básicamente de Japón, yo diría que sí. XD
A pesar de todo, he de admitir que, a la hora de colgarlos, los dichosos pósters me han hecho la vida de cuadritos. (-_-)
La primera vez que los pegué en la pared me quedaron muy bien, Kid hubiera estado orgulloso de mí XD. Pero no debí de ponerles suficiente cinta adhesiva, porque a la mañana siguiente el póster en el que salían todos estaba en el suelo. No le di mayor importancia, lo recogí y lo dejé en mi mesilla de noche para pegarlo al volver del colegio.
Cuando volví a casa por la tarde, el póster de Soul, Maka y Blair estaba tendido en el suelo, a escasos metros de donde había estado su compañero por la mañana. (-_-) Lo cogí también y me dispuse a pegarlo de nuevo, junto con el otro.
Por algún extraño motivo, esta vez no me acababan de cuadrar; así pues, cogí lápiz y regla y medí el espacio que los separaba para que me quedasen perfectamente simétricos. Tras un rato forcejeando y desesperándome, conseguí colgarlos de modo que quedasen mínimamente decentes. Pero entonces-oh, cruel destino-, ambos se despegaron a la vez y cayeron al suelo.
Si hubiera sido Kid me hubiera dado una hemorragia nasal y me hubiera desmayado, pero por suerte para mí, no soy un dibujo manga, sino una persona normal, así que, haciendo acopio de paciencia y aguantándome las ganas de chillar, los rescaté de nuevo y volví a medir la pared.
Nada, que no me quedaban bien. Pegué un grito para desahogarme y opté por colgarlos a la tarde siguiente.
A eso de las siete de la tarde, tras volver de montar en bicicleta, hice un tercer intento y esta vez me quedaron bien...Aunque ahora están separados dos milímetros menos por la parte de abajo de la pared que por la de arriba, pero, ¡¿A quién le importa?! A mí no, desde luego. Así se quedan.
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